{yootooltip title=[] width=[600] mode=[cursor]}{/yootooltip} Al cumplirse un año del fallecmiento de nuestro Fundador, Director Honorario Heberto Valencia Guevara (Q.E.P.D.), el Honorable Directorio en su sesión del día 25 de marzo, le hizo un homenaje descubriendo un cuadro al oleo con su retrato.

A continuación, el discurso de nuestro Director:

Plasmar en palabras el legado de Don Heberto resulta ampliamente difícil y quizás imposible.

Qué fácil resultaría buscar su hoja de servicio llena de logros y evidencias de su trabajo para dar solemne lectura.

!!! Pero No!!!

Esta noche queremos destacar los sólidos valores de un hombre, un educador, un Voluntario de la Tercera.

Recordamos hoy sus múltiples facetas y, en lo personal su envidiable virtud oratoria, lo que podríamos definir como “el artista de la pluma verbal”, dada su asombrosa claridad y elegancia de su exposición.

Un ejemplo para varias generaciones de Bomberos de la Bomba “Los Guindos” donde tuvimos la oportunidad de compartir largas tertulias de sabiduría, conocimientos y, por sobre todo, el espíritu tercerino e institucional que inspiró sus acciones.

Su trabajo consistía en promover el talento a través de la motivación, la inspiración, el desafío y la enseñanza, es decir, buscó un ambiente que sirviera de estímulo para mantenerse siempre competitivo.

Un segundo principio de su herencia de liderazgo era la promoción sempiterna del ideal de servicio del bombero voluntario, el cual lo podemos representar en la figura de un movimiento. Un movimiento más parecido a montar un corcel que a conducir un auto. Su eficiencia estaba en aprender a montarlo y éste tenía  que aprender a ser guiado por un determinado jinete. Si se intentaba ir demasiado lejos o demasiado rápido, la caída tal vez podría ser fatal. Él siempre pudo identificar ese movimiento para tomar las bridas con las fuerzas adecuadas.

En este contexto, permítanme realizar dos preguntas:

¿Cuántas personas asistieron a la primera convocatoria para fundar la Tercera Compañía?

¿Le restó entusiasmo?

Por el contrario, lo fortaleció.

Válida es la cita de Lao Tzu

“Los hombres nacen suaves y flexibles.

En la muerte son rígidos y duros.

Las plantas nacen tiernas y dóciles.

En la muerte son secas y quebradizas.

Entonces cualquiera que sea  rígido e inflexible,

Es un discípulo de la muerte.

Cualquiera que sea suave, abierto y flexible,

Es un discípulo de la vida.”

Discípulo de la vida. Don Heberto te llamaban todos, con respeto y admiración. Construyó relaciones mediante la comprensión, facilitó, articuló, medió, buscó talentos para edificar su obra, la obra de todos. Su obra, un movimiento.

Esta noche estamos reunidos recordando la figura de este Bombero Tercerino que se entregó por completo a su institución y,  en forma especial, a su Compañía.

Este cuadro que hemos descubierto refleja el más puro sentimiento de admiración y respeto. Un genuino modelo de visión y misión.

Un tercer principio de su liderazgo radicó en la excelencia funcional y la disciplina operativa.

Su impresionante cita:

“LA TERCERA ESPERA ÓRDENES”

Puede subrayar un principio de vida, el cual, consistió en concentrarse en los objetivos y los resultados, sin perderse en el proceso, manteniendo así, un medio corporativo para su institución.

Con su voz y su pluma, Don Heberto marcó generaciones de Bomberos. De mente inquieta y amplia, de vida auténtica lo que lo llevó a mantener un diálogo permanente con su entorno, como un novelista de su propia vida: inventando, creando o imaginando la persona que trata ser, desprovista de toda falsedad.

Pedagogo de vida profesional, la llevó a su día a día en forma transversal a todo su tiempo, transformarse en seductor de ideas, ilusiones y, por sobre todo, de obras.

Él, un hombre íntegro y de sólidos principios, ya que sin lugar a dudas fue capaz de transmitirlos al interior de su Compañía y a nuestro Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

Nos atrevemos a insinuar que uno de sus métodos lo podemos representar en la figura del descorrer la punta del velo, el cual impide ver las cosas en su magnífica totalidad:

“QUIENQUIERA EN ENSEÑARNOS UNA VERDAD, QUE NO NOS LA DIGA… QUE NOS SITÚE DE MODO QUE LA DESCUBRAMOS TODOS”

Sin duda, nuestro Director Honorario fue un amante de la institución imponiendo su sello en todos los actos que llevó adelante.

Él murió, pero su clase y obra vive. Su método, sus principios viven y los epitafios resuenan por doquier.

Su sombra como la de una montaña ha crecido al ponerse el sol de su vida.

Heberto Valencia Guevara, don Heberto, nunca olvidaremos tus años de entrega, de trabajo aguerrido y desinteresado.

Gracias por su legado y que su ejemplo guíe  a las nuevas generaciones portadoras de su genuina herencia a través del denominador del lema de su Compañía:

“VOLUNTAD Y SACRIFICIO”

Muchas gracias.
 
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