ORDEN DEL DIA Nº 126

Una vez más, es hora de despedir otro año que pasa, pero no en vano. Se lograron los proyectos que se pretendían, y se renovaron los votos hacia nuestra Compañía: se celebraron los 40 años de nuestra Brigada Juvenil de la mejor forma en que se podría haber hecho, se hizo entrega de nuevos equipos de protección personal, y pudimos enviar a nuestros voluntarios a capacitarse al extranjero, y a pesar de que nuestra Tercera navegó por aguas turbulentas, hoy, después de la tormenta, comienza a salir el sol.

Ahora viene un año nuevo, pero no cualquiera, pues este próximo año lleva un tres en el último dígito, lo que significa que ha llegado el momento de celebrar nuestros 70 años de existencia, de trabajo, de entrega, de voluntad y sacrificio. Se acerca el momento en que la paila sonará más fuerte que antes, con más ganas y con más alegría.

Por eso, este año, y más que los en anteriores, ésta oficialidad les invita a participar y a ser masa creativa y crítica para nuestra Tercera, pues los proyectos son grandes y ambiciosos, pero jamás imposibles, y aún menos cuando se cuenta con unos voluntarios que aman la compañía que los cobija a diario. 

Ahora, debemos poner en real marcha el proyecto de nuestro nuevo cuartel, de igual forma, es nuestro deber preparar una impecable participación en la competencia del cuerpo y envolver nuestro escudo con los laureles del triunfo. Por otro lado, es preciso renovar nuestro material de rescate, por lo que es hora de ponernos manos a la obra para darle vida a nuestro nuevo carro R3.

Al igual que el año que hoy despedimos, este nuevo 2013 debe llenarnos de conocimientos, y seguir capacitando a nuestro personal para entregar un servicio realmente profesional, y una rápida difusión del conocimiento. Esta oficialidad tiene como principal interés dar énfasis en la formación, pues el aprendizaje es lo que nos nutre día a día. Por eso mismo queremos crear plataformas tecnológicas que puedan ayudarnos a mejorar la calidad de nuestro trabajo, y permitan enfocarnos de mejor manera al fin último que todos perseguimos: servir a la comunidad. 

No puedo dejar de agradecer a quienes han llevado las riendas de la primera mitad de este periodo, especialmente a Carlos Monreal y a su equipo de trabajo, por dar todo de sí, y a la vez, haber sabido dar un paso al lado cuando fue necesario hacerlo.

Como Capitán hoy, mi deber es velar por el bienestar de todos los que hacemos esta Compañía, como lo es el de cada uno sus voluntarios también. Es por esto, que no habrá cabida para los malos deseos, pensamientos, ni acciones que perjudiquen el honor y buen nombre de nuestra Tercera, y de quienes nos sentimos guiados por ella.

Cofrades, a pocas horas de cambiar de año, no me queda más que desearles a ustedes y a sus familias, un feliz, próspero, y bienaventurado año nuevo, y de esta forma hacer un llamado a seguir trabajando y luchando por lo que nos honra: la protección y cuidado de la comunidad, como grandes tercerinos que somos.