
“Cuando un hogar cambia, cambia su presencia; cuando un corazón cambia, cambia su sentir.
Un cuartel de bomberos es la segunda casa de todos quienes vestimos la cotona del voluntariado, lo respetamos, lo queremos y cuidamos. Por ello hoy, reunidos en esta simple ceremonia, conjugando esfuerzos mancomunados del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa representados por sus máximas autoridades y, los esfuerzos de los voluntarios tercerinos, hemos de ver el logro concretado.
Hemos demostrado una vez más, que de un problema encontramos soluciones ya que una simple fuga de agua, el elemento de vida del bombero, dañó las estructuras de nuestra casa Tercerina; de ahí, revertimos la adversidad y concretamos estas paredes con una nueva cara de amor y de cariño que hoy abre sus brazos para recibirlos a todos.
No me quiero extender ni ser injusto, ya que muchos fueron los que colaboraron con su esfuerzo tanto económico como físico; cambiamos cables, cuadros, muebles, pintura y hoy les entregamos nuestro nuevo corazón.
A nombre de la Tercera Compañía, les doy las gracias sinceras, y los invito a celebrar con nosotros este nuevo logro Bomberil.”